Del 10 al 14 de diciembre abrimos el Festival Pendientes de un Hilo con el Worskshop Teatrofonia impartido por Mirko Mescia.
Una oportunidad única y pionera (ya que era la primera vez en España que se presentaba este taller) en la que los asistentes dedicaron 30 horas a investigar el espacio sonoro en la escena.
La idea era hacer «click» y dejar de pensar en los sonoro como «acompañamiento» o «ambiente» y convertirlo en un elemento dramático más.
Una vez más el Festival Pendientes de un Hilo tienen como pilar la formación en el trabajo escénico con títeres y objetos. Esta vez estableciendo relaciones con otras disciplinas que participan del hecho teatral, en este caso la música y el sonido.
El último día los alumnos/as nos hicieron una muestra y pusieron en escena algunos de sus trabajos.